Poema incluido en el libro Veintinueve días de abril y marzo (DisparaLaPalabra, 2012).
Algún día me iré de esta ciudad,
más tarde o más temprano. Lo sé
como quien recita los meses de treinta y un días
sin dudar,
con la certeza de los manicomios
y las peleas de gallos.
Algún día me iré de esta ciudad.
Ese día agarraré una botella cualquiera
—la primera que encuentre—,
la llenaré de pegamento
y aspiraré hasta el final,
nomás para tener clara la diferencia
entre despedida
y complicidad
(como Capa viendo caer a los milicianos)
y no miraré atrás.
Adrián Bernal.